miércoles, 12 de noviembre de 2014

Cantar el himno con la mano en el corazón

Sostengo que la educación no consiste en la trasmisión de un paquete de información/conocimientos/
habilidades, sino en el despliegue/desarrollo de una determinada teoría filosófica.
Cuando se dice: "Hay que dar más educación como herramienta para combatir la pobreza, mejorar el manejo de recursos y solucionar el problema de la inseguridad", no se está apostando por la educación; sólo se está formulando una manifestación de deseos.
¿Queremos disminuir la pobreza o queremos un país rico?
¿Queremos disminuir la contaminación o queremos una economía y procedimientos verdaderamente sustentables?
¿Queremos combatir la inseguridad (encerrando, matando, eliminando a los malechores), o queremos ayudar a la gente a construir un futuro legítimo?

Se han escrito mares de palabras (ya que no se puede decir más, ríos de tinta), y la tarea por delante es inmensa, pero sabemos que no podemos contar ni con presupuesto ni con maestros idóneos. Si la acción educativa va a estar mediada por estos dos factores, el fracaso, o la dilación de logros, está asegurada; de modo que es preciso concebir una estrategia que esquive estos obstáculos.
El presupuesto, que es poco, ha de estar volcado a una Institución que programe, planifique, ordene y regularice las tareas, haya o no haya docente; para eso está Internet.
Por otra parte se requiere de la acción proactiva del alumno. Ya no serán los padres y maestros los que lo exijan, estimulen y empujen; será él mismo quién lo haga. Para ello habrá de encontrar y definir su inquietud, su gusto, su interés, su talento...y seguirlo fielmente.Y todas las personas que quieran participar serán promotores.
En eso consiste cantar el himno con la mano en el corazón.