Cada lenguaje dibuja una realidad diferente.
El enorme poder
del lenguaje nos impone, en muchas ocasiones, la realidad y no la percibimos
tal como ella es.
Al respecto, el sociólogo Manuel Castells Oliván (citado por
Nancy Saavedra Montoya), señala lo siguiente: "No vemos la realidad como
es, sino como nuestros lenguajes son. Y nuestros lenguajes son nuestros medios
de comunicación. Nuestros medios de comunicación son nuestras metáforas.
Nuestras metáforas crean el contenido de nuestra cultura". SAAVEDRA MONTOYA, Nancy. Cultura,
comunicación y lenguaje.
http://www.monografías.com
El lenguaje,
además de considerarse como "el espejo existencial de una comunidad",
es el instrumento de "la vida mental y de la comunicación" y "el
elemento fundamental del ser del hombre en el mundo".
Los hermeneutas
afirman que la dimensión fundamental que caracteriza al ser humano es la
dimensión lingüística.
En opinión de Martín Heidegger, el lenguaje no es sólo
lo que nos abre al mundo, lo que nos sitúa en el mundo. "El lenguaje es la
sede, el lugar en el que el mundo deviene mundo… El lenguaje es la sede en la
que la cosa deviene cosa".
El ser habla por nosotros y en nosotros. De
acuerdo con Hans Gadamer, sólo podemos pensar dentro del lenguaje. El
conocimiento de nosotros mismos y del mundo implica siempre el lenguaje, el
nuestro propio; el lenguaje es la verdadera huella de nuestra finitud. "El
mundo que conocemos y del que hablamos es inseparable del lenguaje con el que
nos expresamos; que usamos. El lenguaje es el horizonte de toda ontología: la
forma lingüística y el contenido transmitido no pueden separarse de la
experiencia hermenéutica. Si cada lengua es una acepción del mundo, no lo es
tanto en su calidad de representante de un determinado tipo de lengua (que es
como considera la lengua el lingüista), sino en virtud de aquello que se ha
hablado y transmitido en ella".
CIURANA, Emilio Roger.
Antropología hermenéutica.
http://www.fly.uva.es.
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